Cada amanecer es una página en blanco, y cada decisión, el trazo sutil que va dibujando la obra de tu vida. Y aunque muchas veces pases por alto el poder que tienen tus acciones diarias, son justamente esos pequeños gestos los que definen el rumbo. Esta nota es una invitación a detenerte, a observar tus hábitos y reconocer que ahí, en lo cotidiano, está la llave para construir la vida que realmente quieres. Porque no se trata de grandes cambios, sino de tomar conciencia y elegir con intención.
