Tu cuerpo fue diseñado para moverse, para danzar con la vida, para sentir la fuerza que habita en cada fibra de tu ser. Entonces ¿por qué el ejercicio se siente como una batalla constante contra ti misma? ¿Por qué esa voz en tu cabeza prefiere el sofá a las zapatillas deportivas? Acompáñame a descubrir cómo tu relación con el movimiento puede transformarse de obligación a celebración, y encontrar esa rutina que no solo transforme tu cuerpo, sino que nutra tu alma.
